El plasma Yeruvá es una materia prima producida a partir de cuidadosos procesos, desde la recolección hasta la separación, concentración y secado, manteniendo un estricto control y trazabilidad.
Como mencionamos en otras publicaciones, el plasma, a parte de ser un gran alimento, tiene la particularidad de ser funcional. ¿Por qué? Debido a la presencia de inmunoglobulinas , glicoproteínas, factores de crecimiento, péptidos activos, proenzimas y enzimas, y otros factores que tienen una actividad biológica como mejorar la cantidad de sistoclininas antinflamatorias, todo esto independiente de su valor nutritivo como mencionamos anteriormente.
Un poco de historia.
Anterior al año 1990 el plasma fue utilizado en la alimentación humana en distintos de fiambres cocidos como ligante proteico, y se sigue usando hasta la actualidad. En esos años se marcaron los efectos beneficiosos sobre la alimentación de lechones en sus etapas iniciales, siendo España uno de los países pioneros. A partir de ahí los grandes resultados en la crianza de cerdos, con cientos de publicaciones técnicas que lo abalan, se comienza la investigación en otras especies. En este artículo hablaremos levemente sobre su incipiente uso en la avicultura.
Recientes trabajos demuestran que la inclusión de plasma en las etapas iniciales de 0 a 7 o 12 días, muestran importantes beneficios en la viabilidad y sanidad de los pollos parrilleros, demostrando, además, mejoras en el consumo en las etapas siguientes, beneficios en el crecimiento y disminución de la mortalidad.
Así como ocurre en el cerdo, se comprueba que mientras más patógenos y condiciones sanitarias adversas tenga la granja, mejor es el impacto que genera aditivar plasma en etapas de 0 a 7 o de 0 a 12 días.
El consumo recomendado es de 2 g por pollito de 0 a 7 días, y de 4 a 6 g de 0 a 12 días. Todo esto debe ser ajustado por los nutricionistas en relación a la formulación integral del alimento.
Como conclusión, trabajos desarrollados en Brasil indican que el plasma en las primeras etapas de pollos parrilleros modula el sistema inmunológico, mejora la salud intestinal, la absorción de nutrientes y, por ende, el rendimiento, bajando la edad de sacrificio en galpones sanos. Y en camadas con enfermedades y estrés, mejora la tolerancia a los mismos observándose con frecuencia la reducción de la mortalidad en lotes afectados que están relacionados a su efecto modulador inmune (Drs. Ricardo Gonzáles, Joy Campbell y Javier Polo).